martes, 31 de julio de 2012

ROMERÍA

El día de mañana comienza un largo camino para aquellas personas que tienen fe en la negrita, que deben agradecer por un favor concedido o por algo que con fe constante le piden día a día, un sacrificio de dolor a cambio de un favor de la negrita; bien por todas esas personas que creen fielmente en la Virgen y que de esta forma encuentran como agradecerlo.
Pero es indignante que muchas personas, el día de mañana, sea el único día del año que se acuerdan de la Virgen, no por un favor que les haya concedido sino simplemente movidos por  el impulso colectivo de amigos, familiares o por la “fiebre” de poder contar con orgullo que pudo lograr la meta de llegar hasta Cartago y tener esa marca familiar de ser la persona con más romerías.
No se puede manchar una celebración tan sagrada para muchas personas con la idea de que al caminar hasta Cartago, todo lo malo que hago el resto del año se va a borrar con simplemente con hacer eso. No se vale ir con la idea de que la  virgen es como “Colacho” que se le puede pedir y la virgen les puede conceder todo lo que quieran por simplemente caminar, las cosas que queremos y merecemos se ganan durante el año y por las acciones que hacemos día a día a nuestro prójimo.
No se vale ir por una simple moda, por tomarse fotos cada 5 minutos camino a Cartago, por simplemente querer hacer algo bueno para poder portarse mal durante el resto del año. Si no se mantiene un estilo de vida que refleje una comunión diaria con Dios, mejor no manchar una celebración de fe para todas aquellas personas que si la viven de esa manera.
“5 Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. 6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”. Mateo 6:5-6