jueves, 27 de octubre de 2011

Sindrome del Triunfador o del Campeón

“Es más difícil mantenerse que llegar”, me imagino que muchos han escuchado esta frase en algún momento; si bien es cierta; es mucho más complicada cuando aparece el Síndrome del Triunfador o el Síndrome del Campeón, estos Síndromes afectan a los jugadores o equipos completos después de lograr un objetivo.
El Síndrome del Triunfador es principalmente cuando “las personas no logran estar a la altura de las circunstancias, los jugadores no pueden sostener el lugar al que accedieron generando conductas que boicotean la nueva posición; cometen errores impensables en momentos decisivos, tienen lesiones que los marginan, rompen relaciones con el entrenador que los llevó al éxito y desilusionan a su entorno”.
Muchos jugadores echan por la borda el sacrificio y el esfuerzo que dieron para logar el objetivo, carcomen poco a poco el interior del equipo hasta que el mismo queda sin vida y sin rumbo; y los que no están contagiados del Síndrome esperan esperanzados un cambio de actitud o a la espera de una “vacuna o “tratamiento”.
Freud describió a este tipo de personas como los que los que “fracasan al triunfar”.
Por otro lado el Síndrome del Campeón se describe como “la incapacidad para saber asimilar un bienestar y un prestigio que ha sido alcanzado con demasiada rapidez y para el que la persona no estaba preparada”.
En psicoanálisis este fenómeno es conocido como inflación del ego y está constituido por una exacerbación del narcisismo negativo.
Mantengamos los pies en la tierra, la humildad y no dejemos que nuestros compañeros se contagien con estos Síndromes ya que pueden traerse a bajo el sacrificio de todos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Por qué yo no fui Loco?

Todas las personas estamos inmersos en una sociedad, en la cual debemos de cumplir con normas de conducta, convivencia y de ética. Lo que nos lleva a todos comportarnos de una u otra forma casi como copias de las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Pero qué pasa con las personas que no encajan, no siguen las normas o simplemente por diversas condiciones sociales no se le permitió seguir las normas de la sociedad. Es allí cuando esas personas no “cumplen con los parámetros “normales” de comportamiento, antes los cuales aquellos desviados de la norma serán etiquetados como comportamientos patológicos” (Burín Mabel, 1990, p.79), es decir las personas salidas de la norma de la sociedad simplemente terminan con una etiqueta de “loco”.
Pero que es lo que lleva a unas personas a “quebrantar” las normas de la sociedad y a otras no, se  dice que se deben a “factores de riesgo, factores de vulnerabilidad, factores predisponentes o factores precipitantes, factores de contención o de protección” (Burín Mabel, 1990, p.79),  que tenga cada persona para predisponer a la condición.
Si la persona tiene una realidad social, esta será una de las condicionantes para que estalle y se revele en contra de la sociedad, una sociedad que lo tiene reprimido a cumplir con una serie de lineamientos que no está de acuerdo a seguir, pero que es lo que hace a una persona “estallar” y a otra no.   
Se puede decir que la respuesta se puede encontrar precisamente en la sociedad, ya que “es en las causas sociales donde debe buscarse la génesis de las enfermedades mentales, al menos en aquellos casos que no es claramente visible una lesión orgánica” (Guinsberg Enrique, 1985, p.19), es decir la sociedad tiene gran participación y juega un papel determinante en lo que le ocurre a las personas.
Las personas tienen realidades distintas, ya sean ricos, pobres, hombres o mujeres, adolescentes, niños o adultos, en fin; cualquier persona puede salirse de los lineamientos de la sociedad en cualquier momento y ser etiquetado como un “loco”, pero quien define la normalidad dentro de la sociedad; se puede decir que “ser normal es solo estar adaptado y formar parte de la mayoría de una sociedad” (Guinsberg Enrique, 1985, p.21),no necesariamente, sino que la persona también debe de funcionar tanto de forma individual como en sociedad.
La sociedad etiqueta a las personas que no se adaptan como: “loco, sea muchas veces un calificativo para todo aquel que tenga alguna característica que sobresalga de lo común” (Guinsberg Enrique, 1985, p.22), pero esta definición es muy amplia y poco precisa; ya que aquí podríamos incluir a cualquier persona fuera de la media, tenga o no una alteración mental.
Pero la sociedad es cruel y no solo “castiga” a la persona etiquetada sino que también señalan a su familia, donde si no se cuentan con buenas redes de apoyo pueden terminar en una situación peor que la persona a la cual tienen a cargo.
Pero como es que la sociedad puede influir de una forma tan directa en las personas que los hagan “quebrarse” y simplemente no encajar en la sociedad. La respuesta lo podemos ver con solo detenernos un momento y analizar todos los factores estresantes que pueden generar desde una depresión hasta alucinaciones; los días de las personas son cada vez más cargados de estrés en su trabajo, estudio y la familia.
Las personas hoy en día se encuentran más endeudadas, no practican las relaciones interpersonales con sus vecinos de al lado, tiene menos hijos porque tienen menos tiempo debido al trabajo; que les demanda mucho tiempo y es el que les provee de todo lo necesario para poder mantener una serie de condiciones a nivel social que le permita sentirse realizado como persona.
Pero todos estos factores influyen directamente en el comportamiento de la persona y como vive a diario sus relaciones familiares, laborales y de estudio. No se puede decir por tener el estrés todas las personas van a desarrollar algún desorden mental pero que si no sino se les da un adecuado manejo si puede ser perjudicial para la persona.
Las mujeres están mucho más predispuestas a sufrir de depresión según los estudios, pero no creo que sea una realidad o un determinante que solo las mujeres lo sufran de una forma más recurrente sino los hombres también la pueden sufrir, pero se refleja mucho menos a la sociedad, ya que debe mantener el orgullo y estatus de que el hombre siempre debe ser fuerte y que el llorar o encontrarse triste es de una condición de débil y reservado exclusivamente a la mujer.  
Las  mujeres en su rol de jefas de hogar, madres solteras, casadas, siempre van a tener una carga de estrés mucho mayor que el hombre, ya que dentro de los roles sociales las mujeres deben de tener el control total del hogar, los hijos y el esposo que muchas veces se convierte en un hijo más, es mucha la carga que las mujeres llevan, por eso no es de extrañarse que en el momento menos esperado “estalle” y no pueda seguir adelante con tanta presión diaria y de tanta demanda.  
Pero cuando una persona “estalla” debido a esa gran presión que pone la sociedad sobre la persona, “el síntoma es considerado un signo de una situación intolerable, que la mujer transforma en enfermedad” (Reale, Sardelli, Pepi, y Ventura, 1992), la misma sociedad no se quiere hacer cargo de la persona, al contrario busca la forma de cómo invisibilizarlo ya sean internándolo en algún hospital psiquiátrico o dejándolo encerrado en la casa.
Pero esta no es la solución más adecuada, no hay que buscar solo la enfermedad y tratar de eliminarla y hacernos la idea de que nada ha pasado, sino al contrario buscar las causas del porqué la persona llego al estado en que se encuentra.
Se debe tener una política donde se quiera “reducir o eliminar el uso de medicamentos específicamente terapéuticos, tales como la hospitalización, uso de drogas” (Reale y otros, 1992). Esto es muy común en personal de salud que no quiere ver más allá de los síntomas que presenta la persona sino simplemente quieren atacar el síntoma y hacerlo desaparecer momentáneamente, no se aborda de una manera integral buscando alternativas donde la persona no necesite hospitalización ni medicación y que pueda funcionar de una forma adecuada en sociedad.
Después de analizar un poco como la sociedad nos moldea y nos hace seguir patrones para poder convivir en la sociedad, es difícil creer que podemos estar durante toda nuestra vida sin presentar un ningún momento siquiera una depresión o momento de ira, o donde se nos pongan ideas en nuestra mente de querer hacer algo que sabemos va en contra de las normas de la sociedad; pero no siempre las llevamos a cabo, simplemente se quedaron en nuestras cabezas como una simple idea.
Pero tal vez será la forma de nuestra crianza o simplemente realidades diferentes de cada persona dentro de una misma sociedad, que hacen que unos se animen a dar ese paso y que  muchos de nosotros en algún momento hemos pensado en dar, pero nos hemos controlado o eso creemos.
Será que estamos tan bien mentalmente funcionando en la sociedad que no “sobresalimos” o  es que las personas a nuestro alrededor también están con una alteración mental; pero es allí donde bien mi duda; por qué no fui loco, si estoy inmerso en esta sociedad al igual que todos o si  estaré loco pero funciono en sociedad.
Rocha.